7 cosas que debes saber de la inmunoterapia contra el cáncer
¿Sabes qué es la inmunoterapia y en qué consiste este tratamiento contra enfermedades como el cáncer? En este artículo arrojaremos algo de luz acerca de esta técnica y te explicaremos hasta siete datos que debes conocer sobre ella.
En primer lugar, la RAE define la inmunoterapia como el tratamiento de enfermedades mediante la potenciación o debilitamiento de los mecanismos inmunitarios. Es decir, se emplean partes de tu sistema inmunitario para combatir, entre otras, el cáncer, de dos maneras: estimulando tus defensas naturales para que trabaje más duro y sea más inteligente a la hora de encontrar y atacar las células cancerígenas y por otra parte, fabricando sustancias en el laboratorio para restaurar o mejorar el funcionamiento inmunitario.
La inmunoterapia funciona mejor para algunos tipos de cáncer que para otros. Para otros también muestra buenos resultados cuando se combina con otros tipos de tratamiento como la quimioterapia, la radioterapia o la cirugía.
7 cosas que debes saber sobre la inmunoterapia
- Ayuda a activar tus defensas. La mayoría de las inmunoterapias aprobadas se dirigen a las células T, o los soldados del sistema inmune. Una vez que se activan estas células, atacan y matan las células tumorales cancerosas. Algunas de las tácticas son atacar o detener el crecimiento de las células cancerosas, mejorar o fortalecer tu sistema inmunológico y prevenir la propagación del cáncer.
- Existen varios tipos de inmunoterapia. El tratamiento se realiza habitualmnente por vía intravenosa o directamente en la vena. El tipo de inmunoterapia, la dosis y el tiempo dependerán del tipo de cáncer que se esté tratando. Algunos tipos terapia con células T del receptor de antígeno quimérico (CAR), que manipula sus propias células para reconocer el cáncer o terapias de inhibidor del punto de control inmunitario, que bloquea las proteínas que impiden que el sistema inmunitario del cuerpo elimine las células cancerosas. También existen terapias generalizadas que ayudan a fortalecer el sistema inmune sin atacar la célula tumoral en sí.
- El sistema inmunitario sigue activo después del tratamiento. Un dato únici sobre la inmunoterapia es que una vez que se activa el sistema inmunitario, se ha demostrado que permanece activado, puesto que ha sido entrenado para recordar las células cancerosas. Esto lo distingue de otros tratamientos contra el cáncer, como la quimioterapia, que no tiene una duración de respuesta continua después del tratamiento.
- La inmunoterapia no es apropiada para todos los tipos de cáncer. La inmunoterapia fue aprobada por la FDA por primera vez para el melanoma, un tipo de cáncer de piel agresivo. Sin embargo, la investigación continúa siendo prometedora para el tratamiento de otros tipos de cáncer, incluidos ciertos casos de cáncer de pulmón, vejiga, ovario y genitourinario, y el linfoma de Hodgkin clásico. Si bien quizás aún no se usa tanto como la quimioterapia, está cambiando la forma en que se trata el cáncer. La inmunoterapia puede ser una alternativa prometedora para algunas personas que no han tenido éxito con otras opciones de tratamiento.
- Efectos secundarios. Estos varían bastante según el estado de salud previo al cáncer, el estado y tipo de enfermedad y la terapia específica. Los más comunes son erupciones en la piel, comezón, diarrea y fatiga, mientras que los menos habituales incluyen dolores articulares y musculares, cambios en la glándula pituitaria, cambios en la tiroides y pancreatitis. Es fundamental acudir al médico cuando se detecten estos síntomas.
- Lleva más tiempo que otros tratamientos. La inmunoterapia entrena al sistema inmunitario para atacar las células cancerosas, por lo que puede llevar más tiempo que otros tipos de tratamiento contra el cáncer. Además, los tumores pueden hincharse a medida que son atacados, lo que se describe como pseudoprogresión.
- Queda mucho camino por delante. Aunque la inmunoterapia ha demostrado ser prometedora para algunos pacientes, el sistema inmunitario de otros no ha respondido. Queda mucho por investigar ante pacientes que no responden o experimentan efectos secundarios.