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Caída de pelo en niños: cuándo y cómo preocuparse

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Caída de pelo en niños: cuándo y cómo preocuparse

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¿Qué significa la caída de pelo en niños? ¿Un niño pequeño puede padecer alopecia? ¿Hacia qué problemas apunta la pérdida de cabello? En este post intentaremos ahondar en las causas de la caída de pelo en niños. Señalar cuándo hay que preocuparse o acudir al médico y conocer los síntomas principales que los infantes pueden padecer.

Recuerda que, como en el caso de los adultos, perder entre 50 y 100 cabellos al día se considera normal. Es lo habitual en nuestros cuerpos y no constituye indicio de alopecia. Forma parte del proceso de creación, crecimiento y regeneración de nuestro cabello. Es importante no angustiarse antes de tiempo. Tranquilizar al niño si el problema le causa problemas de autoestima y por supuesto, acudir a un especialista para que lleve a cabo el diagnóstico adecuado. En los niños, especialmente los de menor edad, cabe destacar que la mayor parte de las alopecias son temporales.

Causas de la caída de pelo en niños

Enumeramos a continuación las principales causas por las que puede acontecer la caída de pelo en niños:

  • Peinados tirantes: Por supuesto, esto no es una forma de alopecia, sino un hábito que hay que eliminar. Si utilizas gomas tirantes sin recubrimiento u horquillas de metal sin baño plástico para hacer recogidos, coletas, moños o trenzas muy tirantes puede producirse caída de pelo localizadas. No ejerzas tanta tracción sobre el cabello y apuesta por recogidos flojos. No repitas demasiados peinados, espacia la recogida y permite que estén en ocasiones con el cabello suelto.
  • Alopecia areata: Este tipo de caída del cabello procede de una reacción autoinmune, provocando la característica pérdida de cabello en formas circulares, similares a una moneda. Lo que sucede es que el organismo percibe algunos folículos pilosos como amenazas y los neutraliza. Su origen continúa siendo un misterio y aunque muchos casos se curan a los dos o tres meses, otros son crónicos. Puedes resolver todas las dudas sobre ella en este artículo.
  • Dermatitis seborreica: Esta enfermedad del cuero cabelludo se caracteriza por que las glándulas sebáceas producen más sebo de lo normal,generando una capa grasa que impide el desarrollo del folículo piloso, por lo que también se conoce como caspa grasa. Así, pueden aparecer infecciones, costras en el cuero cabelludo y pérdida de cabello. Es fundamental consultar el problema con un dermatólogo.
  • Hongos: Otro motivo de la caída del cabello puede ser la tiña. Un tipo de hongos que puede ser contagiado por perros y gatos. Estos parásitos se instalan en el cuero cabelludo y generan una costra de color amarillento que no deja trabajar a los folículos pilosos, provocando picor y escamación, además de caída. La pérdida es totalmente transitoria, ya que el pediatra solamente deberá recetar una crema antimicótica.
  • Tricotilomanía: Su origen es la ansiedad y los nervios. Es una costumbre que consiste en tirarse del pelo y arrancárselo, en lugares como el flequillo o la nuca. De esta manera, las calvas de producen por arrancar el pelo de forma voluntaria, algo que debería trabajarse con la ayuda de un psicólogo.
  • Efluvio telógeno: Se interrumpe el ciclo de vida capilar debido a un tratamiento médico agresivo -como la quimioterapia y la radioterapia- o el consumo de medicamentos. También puede proceder de cambios hormonales, infecciones o períodos prolongados de estrés.
  • Estrés y experiencias traumáticas: Si un niño se ve sometido a un fuerte estrés emocional prolongado o a la vivencia de un trauma, una de las consecuencias para su salud -entre otras- puede ser el desarrollo de alopecia nerviosa. En estos casos es recomendable la terapia psicológica para abordar el problema y dotar al paciente de herramientas de gestión emocional.
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