Después del cepillado, a lavar la peluca.
Luego debes llenar un recipiente o el propio lavabo con agua caliente (si tu peluca es de fibra no superes los 30 grados centígrados).
Utiliza prechampú o algún producto que arrastre bien la grasa. (no anti grasa, no queremos regular la glándula sebácea del cuero cabelludo) normalmente aunque lavemos nuestra peluca cada 5 días la base recoge todo el sudor y grasa del cuero cabelludo.
Si disponemos de prechampú te tocara hacer este paso dos veces, hacerlo es necesario. En el agua caliente añadimos el prechampú o champú y con la mano lo diluimos en el agua.
Introducimos primero las puntas poco a poco hasta que este en posición horizontal ( si lanzamos la peluca de golpe en el agua puede enredarse).
Empezamos a «acariciarla» con los dedos de raíz a puntas, como si nuestros dedos fuesen las púas de un peine, también se puede hacer con el cepillo.
Aclaramos la peluca con abundante agua , si lo hemos hecho con el prechampú repetimos con el champú . Si solo tenemos champú pues otra vez más. Volvemos a aclarar para que no quede ningún resto de jabón.
Volvemos a coger el suficiente agua caliente en el recipiente como para sumergir la peluca pero que no nos sobre mucha agua. Ponemos crema suavizante o regeneradora y la diluimos en el agua.