Visibilidad del deporte femenino
Durante ya hace un periodo de tiempo. Pero qué se torna corto. Estamos viviendo un re-descubrimiento del deporte femenino.
Un re-descubrimiento, que no es tal, un eufemismo, para llamar la atención. Si sirve para que todos volvamos la mirada, bien está. Y es que nunca tuvo qué descubrirse algo que siempre debía haber estado y por lo tanto tampoco un “re”.
El deporte femenino siempre ha existido. Siempre nos ha encantado vibrar con éxitos deportivos en el tenis, con Conchita Martínez o Arantxa Sánchez Vicario. En otras disciplinas, Blanca Fernández Ochoa o éxitos de equipos como nuestra gimnasia femenina o natación sincronizada. Como nos gustaban los éxitos.
Pero lo que creemos que debemos reivindicar es el deporte de base. Su practica y cultura dentro de la educación de los niños y jóvenes. Es un estilo de vida sin limites ni diferencias. Cómo no debe ser una anécdota que una niña quiera dedicar su tiempo y su pasión al futbol u otro deporte “destinado” al sexo masculino.
Superar estas pequeñas barreras nos hace más libres. Hoy en día tenemos grandes campeonas en deportes minoritarios y masculinos como en la halterofilia con Lidia Valentín.Nos enseñan el camino y superan barreras.
Sin lugar a dudas, en unos momentos en los que determinados temas, están mas de actualidad de una manera casi sorprendente. Los pequeños ladrillos, consiguen hacer grandes construcciones. Si empezamos a educar en igualdad libre, a largo plazo, la sociedad nos devolverá una realidad muy diferente y positiva de la actual.
Por ese motivo, y por intentar también difundir lo máximo posible una vida sana, una vida donde el deporte, esta demostrado que influye tanto psicológicamente como físicamente, ante problemas como el cáncer, tanto en su prevención, como su tratamiento como su superación, NHC, no solo queremos proponer productos o soluciones oncológicas, o recomendaciones de vida sana, si no también ir un paso más lejos, con humildad, pero tomando parte, sobre una manera de entender nuestra sociedad