7 errores con las mascarillas para el pelo que cometes a menudo
Seguro que en alguna ocasión has cometido errores con las mascarillas para el pelo, sobre todo aquellos más comunes entre la gente debido a falsos mitos o falta de información. Hoy les echaremos un vistazo para que puedas aprovechar al máximo este tipo de productos.
Antes de nada, y como bien sabrás, las mascarillas de pelo son un refuerzo de hidratación con múltiples propiedades capilares que se dejan actuar durante un período de tiempo entre 5 y 20 minutos, tras haber aplicado el champú y el acondicionador.
Existen muchas variantes comerciales y de las principales casas de cosmética pero también pueden hacerse caseras, más naturales, económicas y respetuosas con el medio ambiente. Según tengas el pelo débil, seco, enredado, encrespado o ralo podrás usar unos ingredientes u otros. Algunos de los más comunes son el aceite de oliva, el aguacate, el huevo, los aceites esenciales o la cerveza.
¿Quieres saber cuáles son los errores con las mascarillas para el pelo que arruinan tus buenas intenciones? Sigue leyendo.
7 errores con las mascarillas para el pelo que debes evitar
- Usar una mascarilla cualquiera. No puedes deambular por el pasillo del supermercado y arrojar al carrito una mascarilla cualquiera sin leer sus espeficiaciones o adquirir un producto ajustado a las características de tu pelo o a la función que deseas conseguir. Selecciona la mascarilla según quieras purificar, hidratar, regenerar, y siempre para cabello graso, seco, rizado… ¡para tu melena en concreto!
- Extremar la frecuencia de uso. Los expertos lo tienen claro, y es que las mascarillas deben usarse una vez a la semana, dos a lo sumo como mucho. Utilizarla cada vez que te lavas el pelo o incluso a diario puede causar efectos contrarios a los deseados, como engrasar tu pelo.
- Retirarla tras echarla. Para conseguir el resultado esperado y maximizar su potencial, la mascarilla debe actuar durante varios minutos, ya sean los indicados por el fabricante o los recomendados en el caso de las mezclas naturales elaboradas en casa. Aprovecha para cerrar el agua y realizar otras acciones, como depilarte, exfoliar tu piel o cualquier otra cosa. Aclárala siempre que puedas con agua tibia, y acaba con agua fría para que la cutícula se cierre. Retírala de forma delicada.
- Echar la cantidad incorrecta de producto. Por supuesto, esto depende en parte del largo de tu melena, de su cantidad, densidad y volumen. Normalmente, basta con una porción del tamaño de una nuez. No apliques mascarilla de más, o la estarás desperdiciando inútilmente.
- Aplicarla por todo el cabello. Algunas mascarillas se echan por toda la cabeza, desde la raíz capilar, pero la gran mayoría se aplican al igual que los acondicionadores: de medios a puntas.
- Echártela bruscamente. Aplícala con suavidad y a través de un suave masaje, con mimo.
- Utilizar siempre la misma. Probablemente, en otoño tu cabello sufra caída estacional, en verano se seque debido al contacto con el salitre y el calor, o en algunas épocas se vuelva más frágil y quebradizo. No uses siempre la misma mascarilla: adáptala a tu pelo y a sus renovadas necesidades para sacar el máximo partido de estas milagrosas sustancias.