Si percibes que tu hijo se arranca mechones de pelo con frecuencia, es muy probable que te encuentres ante un caso de tricotilomanía, un problema sobre el que ahondaremos en este artículo. Repasaremos cuáles son sus criterios diagnósticos, signos, modo de tratarlo y posibles complicaciones.
Tricotilomanía: cuando alguien se arranca su propio cabello
Procede etimológicamente de las palabrasdel griego θρίξ, τρίχος, (zríx, trijos): cabello, τίλλω, (tíl-lō): depilar y μανία (manía). Se define como un comportamiento recurrente e irresistible dirigido a arrancarse el propio cabello de la cabeza o el vello de otras partes del cuerpo como cejas, axilas, barba, pestaña, pubis y un largo etcétera. Se trata de un trastorno de la conducta manifestado en un arrancamiento compulsivo del pelo, produciendo desde pequeñas pérdidas hasta calvicie severa en los casos más graves.
El Manual Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-IV) califica la tricotilomanía como un trastorno del control de los impulsos. Se suele causar una notable pérdida del pelo, se genera tras una creciente sensación de tensión previa al arrancamiento y gratificación o placer en el acto del mismo. Las personas que lo sufren pueden en ocasiones negar el hecho, manifestar otros comportamientos de autoagresión o sentir un malestar significativo en áreas como el trabajo o las relaciones interpersonales.
El cabello de las personas con tricotilomanía se caracteriza por una apariencia desigual, pérdida difusa o parches descubiertos. Puede ocasionar problemas digestivos fruto de ingerir el pelo, náuseas, vómitos, aislamiento social y lesiones. La mayor parte de los casos se concentran en la adolescencia, aunque en mcuchas personas comienza en la primera infancia como hábito nervioso.
En las primeras etapas de la vida la padecen más los varones y en la edad adulta las mujeres. Afecta a un 4% de la población mundial y el 10% de los casos guarda vínculos con Trastorno Obsesivo-Compulsivo (TOC). Es raro que aparezcan casos nuevos después de los 18 años. Casi siempre viene acompañada de otros problemas como la depresión o la ansiedad, y en otras ocasiones de compulsiones mentales como la onomatomanía o rasgos obsesivos.
Hay varios tipos:
- Comienzo temprano: Comienza antes de los ocho años y aunque se suele corregir solo, requiere revisión.
- Automático: Sin conciencia de que se está haciendo y que afceta a unas tres cuartas partes de las personas con tricotilomanía.
- Consciente: La persona está concentrada en lo que está haciendo y no puede evitarlo debido a un impulso irrefrenable. Es normal que el tipo automático y consciente coexistan.
Para el tipo automático el tratamiento más eficaz es la reversión de hábito (Azrin y Nunn, 1973), considerada un tratamiento de carácter conductual, mientras que para el consciente se precisarían otras medidas como la terapia de aceptación y compromiso.
Los tratamientos que se han estudiado de manera empírica han sido el farmacológico y el conductual, con una ventaja considerable para este ultimo. Cabe destacar que los fármacos inhibidores de la recaptación de la serotonina no se han mostrado superiores al placebo. Mientras la clomipramina tiene resultados del 40% de desaparición del problema en un seguimiento de 4 años. En todo caso, durante la infancia únicamente se aconsejan los tratamientos farmacológicos en casos de cronificación severa.
El propósito del modelo cognitivo conductual es que la persona sea capaz de tomar control sobre su impulso nervioso hasya que desaparezca, empleando para ello recursos como la autobservación, el entrenamiento en respuesta alternativa de competencia o la relajación muscular progresiva.