La dieta durante la quimioterapia
La dieta durante la quimioterapia es esencial para el desarrollo del tratamiento. Mas bien, para poder superar lo mejor posible los efectos secundarios. Sentirnos mas preparados y fuertes. Conseguir mejores resultados e intentar pasar la etapa de la mejor manera posible.
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Normalmente se habla de la ayuda familiar. De la ayuda que necesitamos personal a nivel psicológico. El uso para mitigar las posibles consecuencias de la caída del cabello con las prótesis capilares. Pero también tenemos que cuidar la dieta durante la quimioterapia.
La dieta para prevenir el cáncer se ha demostrado que es un arma muy eficaz. Por lo tanto la dieta durante la quimioterapia debe ser igual de importante. Mas inclusive porque nos ayudara a sentirnos preparados y fuertes.
Lo primero que debemos saber es que es que podemos enfrentarnos a nauseas. Problemas en boca y garganta que provocan dolor, sensación de cansancio general. Depresión y medicinas que además pueden quitarnos el apetito.
Esta perdida de apetito puede extenderse a lo largo incluso de meses. Es esencial pues, que luchemos contra ello y que se haga un esfuerzo. La ingesta de proteínas, vitaminas y calorías es imprescindible. El sistema metabólico nos ayudara a combatir las infecciones y reparar los tejidos dañados por el tratamiento.
La variación de peso, puede ser una de las consecuencias de los tratamientos. No debemos asociarlo a la necesidad o no de comer. La variación del peso no indica que estemos sobre alimentados o al contrario. Debemos acudir a un nutricionista adecuado y endocrino, para que nos puedan guiar a través de pruebas y análisis.
En términos generales se aconsejan cambiar ciertos hábitos:
- Realizar de 4 a 6 comidas diarias. Pequeñas, poco copiosas, ricas en calorías y proteínas
- Un horario regular de comidas. Tengamos apetito o no.
- Tomar batidos o licuados de leche, fruta.
- Si no tiene apetito, puede intentar con paseos según su energía y capacidad. El cuerpo se pone en movimiento y genera apetito.
- Cambiar hábitos de rutina. Por ejemplo, comer en el comedor en lugar de la cocina. Quedar para con otras personas o probar nuevos alimentos o recetas.
De todas maneras, debemos acudir a un nutricionista, para que nos de las indicaciones personalizadas adecuadas. Tenemos que tener en cuenta que, a lo mejor por la variación en la dieta y la mayor ingesta de proteínas, podemos tener cuadros de estreñimiento. Por ese motivo, tenemos que regular la fibra que aportamos a nuestra dieta.
En cualquier caso, como siempre venimos compartiendo es necesario enfrentarnos a la enfermedad desde un punto de vista global. No es suficiente con asumir la enfermedad y recibir el tratamiento. Tenemos que apoyarnos en expertos psicólogos que nos ayuden en el camino. Nuestra familia también debe enfrentarse de manera activa y no resignada y recibir ayuda. Desde NHC todos nuestros tratamientos capilares destinados a paliar las consecuencias de los tratamientos oncológicos están sujetos a un estudio pormenorizado de cada caso. Individualizamos las soluciones capilares.